Corredor notable y generoso en el haras, había quedado radicado en ese país en 2016, donde tuvo muy buenos resultados
MONTEVIDEO, Uruguay (Especial para Turf Diario).- Posse, uno de los padrillos más destacados de los últimos años aquí, murió este martes a los 25 años, según publicó el sitio jockeyclubdigital.com y confirmó Nicolás Barrenechea, manager del Haras Rapetti, donde prestaba servicio. El hijo de Silver Deputy estaba aquejado por un tumor que en los últimos días comenzó a complicar sus condiciones físicas.
Nacido en 2000, el zaino que fue adquirido en US$ 115.000 por el Heiligbrodt Racing Stable (colores que defendió en las pistas, en sociedad con Vinery Stables), estuvo bajo la preparación de Steven Asmussen y logró 7 triunfos al cabo de 18 salidas, totalizando en premios US$ 662.841. Posse fue uno de los mejores 2 años de su generación, y luego se consolidó como un velocista de excelentes condiciones.
Entre sus triunfos se cuentan los que alcanzó en el Kentucky Breeders' Cup Stakes (G3), en el Lafayette Stakes (G3), en el Riva Ridge Breeders' Cup Stakes (G2), en el Matt Winn Stakes (L) y en el Thanksgiving Handicap (L), sin olvidar que fue segundo en el Swale Stakes (G3) y en el Bashford Manor Stakes (G3), y tercero en el prestigioso Vosburgh Stakes (G1).
Una vez destinado a la reproducción, Posse demostró su generosidad tanto en el Vinery Stud de los Estados Unidos, como cuando quedó radicado en Rapetti, a partir de 2016 y luego de realizar algunas temporadas de shuttle.
De sus crías en el hemisferio norte sobresalen los vencedores de G1 Kodiak Kowboy -luego excelente padrillo en Sudamérica-, Mind Your Biscuits, Caleb's Posse y Rolling Fog, junto con los G2 No Advantage, Comedero, Lantana Mob y Control Group.
Varias veces líder entre los reproductores de 2 años en Uruguay, allí sobresalió con Blanco Pillo, Rubia Posse, Cuanto Te Quiero, Gladys P, Sherlock Holmes, Cap Bon, Ilustre Posse, Flor de Rocío, Silver Rye, entre otros.
Posse tiene por delante sus generaciones nacidas en 2023 y 2024 para seguir destacándose, pues fue virtualmente retirado de la reproducción el año último, cuando cubrió apenas una yegua, a la que preñó. "Ya estaba grande y con sus problemas, pero un día estaba bien, teníamos una yegua pronta y la cubrimos. Ese será su último hijo, después de darnos muchísimo a todos en el haras", contó Barrenechea con la admiración que se merecen los caballos que dejan huella por su generosidad.
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