El entrenador aspira a un nuevo triunfo internacional con el mejor velocista del momento en los Estados Unidos, que animará la Dubai Golden Shaheen
DUBAI, Emiratos Arabes Unidos (Especial para Turf Diario).- Si la atención al detalle es clave para ser un buen entrenador, Dan Blacker la tiene en abundancia. El preparador radicado en California viajó 16 horas hasta Dubái la semana pasada solo para ver trabajar a su estrella Straight No Chaser en Meydan, en la previa de la Dubai Golden Shaheen (G1-1200m, dirt), que se disputará el 5 de abril.
“Vine solo por cuatro días”, explicó. “Era su primer trabajo en la pista y quería verlo moverse sobre el trazado, además de hablar con mi asistente, Juan Landeros, que lo monta todos los días. Él es una parte fundamental en el éxito de este caballo”.
De alguna manera, este viaje significó un regreso a sus orígenes para Blacker, quien en 2007 se graduó en el prestigioso programa Godolphin Flying Start, que incluye una etapa de formación en Dubai.
“Dubai era muy diferente”, recordó. “Siempre ha tenido un lugar especial en mi corazón y siempre soñé con tener un caballo lo suficientemente bueno como para competir en la noche de la Copa del Mundo. Estoy encantado de tener la oportunidad de hacerlo con este caballo”.
Curiosamente, en aquella misma promoción del Flying Start estaba Conor Foley, quien años después se convertiría en agente y, en 2018, compraría a Tuz (Oxbow) por apenas US$ 7000 en las Keeneland September Yearling Sale. Siete años más tarde, Tuz será el principal rival de Straight No Chaser en el Golden Shaheen.
“Vi su triunfo en el Golden Shaheen del año pasado y respetamos mucho a ese caballo”, aseguró Blacker. “Bhupat Seemar hace un gran trabajo y, además, él corre en su casa, lo cual es una gran ventaja. Para nosotros es una pista nueva y un desafío distinto. Habrá que ver quién es el mejor en la gran noche”.
Los desafíos, sin embargo, no parecen afectar a Straight No Chaser, que tras imponerse en el Breeders’ Cup Sprint (G1) en noviembre, volvió a brillar con una contundente victoria en el Riyadh Dirt Sprint (G2) en Arabia Saudita, el mes pasado.
“Lo de Arabia fue una experiencia increíble para mí”, contó Blacker. “El caballo se adaptó muy bien allá y en Dubai está igual de bien. Lo que lo hace tan especial no es solo su talento y sus ganas de correr, sino también la facilidad con la que asimila todo, incluso los viajes largos. Nada lo altera”.
El camino hasta este momento, sin embargo, no siempre fue fácil. Straight No Chaser, hijo de Speightster, requirió mucha paciencia en sus primeros tiempos en el training.
“My Racehorse lo compró en la venta Breeze-Up de Fasig-Tipton Midlantic, en Maryland”, explicó Blacker. “Después de eso necesitó un poco de tiempo, cosas normales de inmadurez, nada grave. Llegó a mi caballeriza a finales de su campaña de dos años y era un potrillo algo tardío. Pero a medida que entrenaba y crecía, se hacía más fuerte. Tuvo un pequeño problema al inicio de su temporada de tres años, por lo que recién debutó en julio. Pero desde el primer día mostró muchísimo talento”.
Casado con la reconocida presentadora de TV Christina Blacker, el entrenador británico ha vivido en California durante 18 años, aunque conserva cierto aire de reserva propio de su origen. Sin embargo, reconoce que Straight No Chaser ha cambiado su carrera.
“Es el mejor caballo que he tenido, así que por supuesto cambió mi vida”, admitió. “Me ha llevado a viajar por el mundo siguiéndolo en sus carreras, y cualquier caballo que haga eso es muy especial. Siempre quise competir a nivel global, así que tener un caballo capaz de hacerlo y de ganar es realmente emocionante. Estoy agradecido de ser su entrenador”.
Si Straight No Chaser gana el Shaheen, el espacioso podio de ganadores de Meydan podría quedar chico. A través de My Racehorse, el velocista tiene 946 propietarios, muchos de los cuales estarán en Dubái para la carrera. “¡Cuantos más dueños, más grande la fiesta!”, bromeó Blacker. “No siento ninguna presión. Creo que los micro-sindicatos como My Racehorse son una gran incorporación para la industria. Permiten que más gente se involucre en la propiedad de caballos cuando quizás nunca lo habrían hecho. Es algo muy positivo y me enorgullece ser parte de ello”.
Blacker también destacó el impacto que estos propietarios pueden tener en la difusión del turf: “Me encanta compartir mi pasión por los caballos con personas que no están tan expuestas a las carreras”, comentó. “Creo que los propietarios disfrutan más cuando forman parte del proceso previo a cada competencia. Uno de nuestros desafíos como industria es promover el turf de manera positiva, y a través de estas experiencias pueden ver de primera mano el nivel de cuidado que reciben los caballos y ayudar a difundir ese mensaje”.
En paralelo a su éxito con Straight No Chaser, Blacker tuvo que afrontar un susto grande este año, cuando su hogar en Pasadena estuvo en la zona de evacuación por los incendios forestales en California.
“Tuvimos que irnos durante una semana”, recordó. “Desde nuestro jardín se veía el fuego el 7 de enero. El viento era algo que nunca había sentido en 18 años viviendo en California. Nuestra casa no se quemó, pero tuvimos que reemplazar muchas cosas por el daño del humo y las cenizas. Fuimos muy afortunados”.
Afortunado, sí, pero también trabajador y talentoso. Con Straight No Chaser, la historia de Blacker podría alcanzar un nuevo nivel.
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