El italiano se declarará en bancarrota por problemas financieros, repitiendo la historia de Lester Piggot, que, incluso, terminó en la cárcel a fines de los '80

El mundo de la hípica se vio conmovido este jueves ante la noticia que vio la luz en el prestigioso Racing Post inglés y que indicaba que Lanfranco Dettori se declarará en bancarrota, tras no poder llegar a un acuerdo con el His Majesty Revenue & Customs (HMRC) sobre problemas impositivos con los que venía lidiando hacía ya mucho tiempo.
El jockey más popular del planeta, y que ganó fortunas a lo largo de su formidable trayectoria, declaró mediante un comunicado: "Durante los últimos seis meses, mis asesores han estado trabajando con HMRC en un intento de encontrar una solución a mi situación financiera. Lamentablemente, presentaré la declaración de bancarrota.
"Me entristece y me avergüenza este desenlace, y aconsejo a otros que tomen un control más firme sobre sus asuntos financieros. La bancarrota es una decisión trascendental y sus consecuencias me afectarán por muchos años.
"Al mismo tiempo, siento alivio por poder cerrar este largo capítulo, lo que me permitirá reiniciar y concentrarme plenamente en mi carrera como jinete a nivel internacional".
Dettori venía manteniendo su lucha con HMRC de forma anónima, pero ahora se conocieron detalles. Como se recordará, el italiano anunció su retiro en 2023, y realizó una amplia "gira de despedida". Sin embargo, a partir de 2024 retomó su actividad radicándose en los Estados Unidos, donde actualmente compite, pasando por diferentes circuitos y aceptando muchas invitaciones.
En 2012, el italiano ya había sido investigado por irregularidades fiscales y, aunque nunca enfrentó cargos penales, se vio obligado a pagar una importante suma en impuestos atrasados. A diferencia de otros colegas, Dettori logró superar la crisis y reconstruir su carrera, volviendo a la cima con victorias memorables en el Prix de l'Arc de Triomphe (G1) y otros grandes eventos.
Dettori fue jockey oficial por muchos años de Godolphin, la divisa del Sheikh Mohammed Al Maktoum, fue 3 veces Campeón en Gran Bretaña y ganó en repetidas ocasiones las carreras más importantes del circuito europeo, aunque en un par de períodos pagó suspensiones por problemas con drogas.
El mundo de las carreras de caballos es vertiginoso, lleno de gloria y éxito para los jockeys más talentosos. Sin embargo, el brillo de los triunfos muchas veces se ve opacado por problemas financieros que han llevado a varios de ellos a enfrentar serias dificultades con las autoridades fiscales, como ahora ocurre con Frankie. Desde embargos hasta la declaración de bancarrota, varios jinetes de renombre han sufrido las consecuencias de una mala gestión económica o problemas con Hacienda.
Considerado uno de los más grandes de todos los tiempos, Lester Piggott dominó el turf británico durante décadas, ganando decenas de Classics, incluyendo 9 ediciones del Epsom Derby (G1). Sin embargo, su carrera se vio empañada en 1987 cuando fue condenado a tres años de prisión por evasión fiscal. Piggott había ocultado cerca de 3 millones de libras esterlinas en cuentas secretas en el extranjero, lo que llevó a su detención y una abrupta caída en su reputación. Aunque cumplió solo 366 días tras las rejas, el escándalo marcó el ocaso de su carrera.
Los problemas fiscales en el turf no son exclusivos de los jockeys. La falta de educación financiera, el estilo de vida costoso y, en algunos casos, la confianza en asesores poco calificados han provocado que muchos caigan en desgracia. La lección de estos casos es clara: más allá del éxito en la pista, la planificación económica es fundamental para asegurar la estabilidad a largo plazo.
El turf sigue siendo un deporte de emociones y grandes fortunas, pero también de riesgos fuera de la pista que pueden costar caro si no se manejan con responsabilidad.
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