El hijo de Cosmic Trigger expone su invicto ante Adorado Rim después de una victoria espectacular en su debu porteño
LA PLATA.- El proceso selectivo 2024 para los machos de 2 años en el Bosque perdió todo hilo entre anulaciones y reprogramaciones, haciendo un daño enorme a nivel general y poniendo en riesgo la categoría de sus clásicos a futuro, con muchas posibilidades de seguir resignando posiciones, como viene siendo una costumbre de un tiempo a esta parte en este proceso de implosión que viven los queridos eucaliptos.
Mientras se acaba de anular por segunda vez el Agustín B. Gambier (G3), esta tarde se correrá el Pedro Goenega, sobre 1500 metros y con un premio bajísimo de 4.265.000 de pesos, donde el porteño Descamisado hará su primera visita al sur en pos de responder a la notable impresión que dejó al ganar debutando hace poco más de un mes y medio en la arena de Palermo.
El hijo de Cosmic Trigger del Stud El Basti estuvo impecable en los 1400 metros del Premio Splendid Célebre, recuperándose de una mala partida y pasando de largo en el derecho para doblegar por 4 cuerpos a El Quime Quipán (Il Campione), en un tiempo de 1m23s20/100.
Con Gustavo Calvente otra vez en sus riendas, Descamisado se mide con Adorado Rim (Remote), que viene de quedar al frente del ranking en La Plata tras quedarse cómodamente con el Clásico Luis María Doyhenard (G3), sobre 1300 metros.
Esa tarde el crédito de Firmamento que prepara Adrián Reisenauer superó por 2 1/2 cuerpos a Arcanum (Horse Greeley), que también estará en los partidores ahora, aunque habiendo competido una vez después de aquella labor, llegando tercero en el Argentino a 7 cuerpos de Arrosto (Manipulator), hace menos de 2 semanas.
El Goenaga tiene 8 ejemplares confirmados, pero 5 de ellos todavía son perdedores: Tifón Moi (El Moisés), Come Upon (Full Mast), Che Santi (Stitch), Redentor Scat (Knockout) y Le Quotidien (Le Ken), otro dato que habla a las claras de los problemas que atraviesa el proceso selectivo, culpa absoluta de la dirigencia.
Todos ellos deberán mejorar muchísimo para pretender llegar delante de los candidatos, una situación que no parece vaya a darse, salvo un milagro hípico...
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