El jockey argentino ofreció sus sensaciones tras la actuación de El Kodigo en la Saudi Cup, donde llegó décio tercero

Por Diego H. Mitagstein (Enviado especial de Turf Diario a Riyadh, Arabia Saudita)
RIYADH, Arabia Saudita (De un enviado especial).- La adrenalina ya había bajado y, apoyado en uno de los caños que rodeaban el acceso al cuarto de jockeys del King Abdulaziz Racecourse, Gustavo Calvente miraba lejos. Juan Saldivia y Gustavo Bayón completaban la escena, golpeados como todos por lo poco que pudo hacer El Kodigo (Equal Stripes) en la Saudi Cup (G1), la carrera más cara del mundo y en la que terminó anteúltimo, solo delante del también argentino Intense for Me (Fortify).
"Uno se pone mal por el caballo, no por el resultado. Sabemos de todo lo que es capaz. Pero bueno, hay que entender también que los cambios fueron un esfuerzo muy grande, compitiendo contra rivales de un nivel altísimo. Se notó que estaba un poco más enojado. El acorte de distancia, el cambio, el viaje, es un complemento que a los caballos les afecta", dice Gustavo, resignado, tras vivir uno de los momentos más importantes de su trayectoria, más allá del resultado.
Luego, analiza: "Venía corriendo ahí cerca, enojado, a un ritmo fuerte, pero en el opuesto sintió la velocidad. Se cansó y se entregó. Tenemos en claro lo bueno que es, pero, definitivamente, para nosotros es muy difícil venir a correr contra este nivel de caballos en tan poco tiempo, se hace muy difícil".
El tema de la velocidad de la carrera fue fundamental para Calvente, y sobre ese tema, continuó: "Venía corriendo con ellos, y ahí te das cuenta que el caballo la tiene. Pero bueno, después el esfuerzo le costó. Hasta entrar al codo el caballo venía bárbaro, venía con muy buena acción. Cuando cambió de mano ya no era el mismo, después tampoco lo quise forzar sin sentido, siempre traté de cuidarlo, porque obviamente que uno sabía, uno tiene fe, todo lo que quieras, pero estas carreras son muy duras".
Sobre si la pista pudo haber influenciado en el cansancio de El Kodigo, el jinete contó: "Es muy distinta a las nuestras, la había aceptado bien en la semana, a él le gustan, en la competencia es otra cosa. Yo creo que sí, había vareado pero no había trabajado. Y, obviamente, son canchas más movidas, más duras. Nuestros caballos no están acostumbrados a correr en terrenos así. Pero bueno, obvio, es un complemento. De todas formas, creo que es un complemento. La pista es muy buena, pero nuestros caballos no están adaptados a correr sobre ese tipo de superficies. Un poquito de un lado, un poquito del otro, los caballos lo sienten y la cosa no terminó como pensábamos".
Sobre su experiencia profesional de ser parte de la carrera más cara del mundo, Calvente confesó: "Sí, obviamente, uno queda triste por el resultado, pero gracias al caballo pudimos vivir todo esto, que es enorme. Me dio muchas satisfacciones y me trajo hasta acá, ahora esperemos que no sienta tanto este esfuerzo y quede bien para lo que le toque en el futuro. Son cosas para aprender, tanto en lo bueno como en lo malo, así que seguiremos trabajando para poder tener buenos resultados y poder de vuelta salir a competir, trabajaremos para que eso suceda".
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