El jinete fue fundamental para el triunfo de White Abarrio en la Pegasus World Cup, ya sea por la forma en que lo montó como por el aporte que hizo en la previa para corregir detalles determinantes
Por Diego H. Mitagstein
Irad Ortíz Jr. es, por estos días, la máxima referencia entre los jinetes en los Estados Unidos, el líder de una generación de latinos que está dominando por completo. Con 32 años, en su plenitud, el puertorriqueño volvió a subirse a la marquesina ganando el sábado último y por tercera vez la cotizada Pegasus World Cup (G1), el primer gran evento de la temporada hípica en el norte y que se corrió sobre 1800 metros en la arena de Gulfstream Park, donde se encuentra siendo parte del Championship Meet.
Como con Mucho Gusto (Mucho Macho Man) en 2020 y como con Life Is Good (Into Mischief) en 2022, Irad fue un enorme colaborador para que White Abarrio volviera a los primeros planos, quizás no tanto durante la carrera en sí, sino en la previa y en sus conceptos para corregir pequeños temitas que el tordillo venía teniendo y que, sin dudas, eran una ventaja en el máximo nivel.
"Es algo especial poder ganar una Pegasus World Cup, una carrera tan importante, y poder montar un caballo de esta calidad. Agradecido con Dios por las bendiciones y de poder empezar el año grande con este triunfo", fue su primera frase a la hora del balance, en la entrevista que dio a Carlos Morales en su siempre presente Agentes 305.
Luego, ya analizando, sumó: "El caballo ganó bien después de mucho tiempo sin correr, y sin largar bien. Pensé que era algo que podía pasar, normal, pero en el Mr. Prospector otra vez fue lo mismo y ya me preocupé bastante más. Hablé con Saffie -Joseph Jr., el preparador- y trabajó mucho con él, porque ahora hizo todo bien y salió perfecto. Nunca tiende a venir de atrás, recibiendo arena de los terronazos, y, con todo eso, el día que perdió nos enseñó que quería ganar. Me quedé contento, pero estaba el detalle de que partiera bien.
"Solo le pedí a Saffie tener una buena largada, y le dije que si eso pasaba íbamos a estar ahí. Y nos dio la razón", completa, sobre un momento clave, en la victoria y en la derrota.
“Teníamos mucha confianza en que iba a salir todo bien, y todo el recorrido lo senti ganador. Desde la largada hizo todo fácil y me concentré para ayudarlo a que así lo hiciera. Venía mirando a Saudi Crown (Always Dreaming), porque es un buen caballo y no quería estar lejos de él. Por los 400 tuve una linda sensación porque sabía que tenía mucho debajo aún. Cuando lo exigí, salió volando".
Lo que vino en esos 200 metros finales lo vieron todos, con White Abarrio desprendiéndose con una facilidad asombrosa y volviendo a mostrar su mejor cara, esa que ya le había permitido ganar el Florida Derby (G1), el Whitney Stakes (G1) y el Breeders' Cup Classic (G1).
"Nunca pensaba que iba a ganar tan fácil", confesó Irad, "Pero al partir con el grupo lo ayudó mucho. La vez que perdimos dimos 5 cuerpos de ventaja y perdió ahí nomás de un gran Mufasa (Practical Joke). Esas diferencias que dio se vieron ahora que partiendo con el grupo iba a ser distinto".
Ganador del Eclipse Award en las temporadas de 2018, 2019, 2020, 2022 y 2023, líder del ranking nacional en los Estados Unidos por carreras y por sumas ganadas en reiteradas ocasiones, y hombre de confianza de los mejores entrenadores, para Irad Ortíz Jr. nada sería lo mismo sin el apoyo de los fanáticos.
"La gente que me apoya son el extra a todo el empujón que recibimos en casa. Los fans que quieren fotos, nos vivan, sea la carrera que sea, nos quieren hacer mejores cada día, darnos fuerza para ganar. Son un extra push para querer dar lo mejor todos los días y sentirnos bien dentro de la pista", cuenta al respecto y a modo de despedida.
Irad Ortíz Jr. lo hizo de nuevo, poniendo su parte en la carrera, pero también en toda la previa pues, muchas veces, las carreras empiezan a ganarse en la semana...
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