La yegua del Haras Pozo de Luna ganó de punta a punta y por 4 largos, ratificando su liderazgo entre las yeguas milleras del césped

La evolución de Obra Clásica es impactante. Tras dar la nota quedándose sobre el césped de Palermo con el Clásico Miguel Angel y Tomás Juárez Celman (G2), ratificó este sábado su gran momento con otra espectacular victoria, ahora en el Clásico Ricardo, Ezequiel y Ezequiel M. Fernández Guerrico (G2-1600 m, césped), parte de una jornada muy atractiva.
El tiempo es un aliado fundamental para el caballo de carrera, y es justamente lo que viene empujando a la hija de Daddy Long Legs, que mostró su talento en el plano condicional la última temporada, aunque no lo suficiente como para dejarla ser parte del proceso selectivo.
Pero en 2025 llegó el momento de dar el salto y exhibe un récord de 3 en 3, con una proyección enorme para lo que resta del año, en esta época diferente para las yeguas en la media distancia sobre césped, con la Copa Diamante (G1) como el gran objetivo.
Preparada por Nicolás Martín Ferro, y con Francisco Leandro en sus riendas, la reservada del Haras Pozo de Luna hizo todo bien, asumiendo el comando del grupo desde temprano, graduando su velocidad en la primera parte del desarrollo y acelerando ya a partir de la última curva.
Costaba imaginarse que después de que se moviera con tanta facilidad en el comienzo alguna de sus rivales pudiera alcanzarla, y fue finalmente lo que sucedió. Ese ahorro de energías inicial, la dejó utilizarlas a pleno frente a las tribunas, abriendo diferencias bien temprano y consolidándolas con el pasar de los metros.
El disco la encontró con 4 cuerpos de ventaja sobre Punta Turquesa (Fortify), que cargó por dentro para ser segunda. A 1 1/2 largo más, Same Treasure (Treasure Beach) rescató un muy valioso tercer puesto, un pescuezo delante de Kelly Rose (Il Campione), de valiente labor tras perseguir a la ganadora. El tiempo de 1m33s84/100 fue más veloz respecto del que emplearía luego Concord (Remote) para llevarse el América (G2).
En Ochagavia (Orpen), Obra Clásica dio otro paso firme, consolidó su figura como la mejor millera del momento sobre el césped y dejó en claro que lo mejor de su parte todavía está por venir.
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