Tras un debut espectacular, la potranca repitió con enorme solvencia, batiendo por 6 cuerpos a Sarzana Pass
Triunfo de esos que se festejan por un largo rato el que alcanzó Roshita en el Clásico Saturnino J. Unzué (G2-1200 m, arena pesada), la carrera que abrió la serie jerárquica del sábado en el Hipódromo Argentino de Palermo y que marcó un nuevo paso dentro del proceso selectivo para las potrancas.
No solo porque fue el cuarto festejo para el Stud Rubio B. en la prueba, tras los conseguidos por Peristáltica (Intérprete, 2009) -en sociedad-, La Impaciente (Bernstein, 2011) y The Cat Is Out (Zensational, 2016), sino que, en este caso, se agregó un pus: la zaina forma parte de la primera generación de Gouverneur Morris (Constitution), uno de los padrillos por los que se jugó el Haras La Pasión, acompañado en este caso por La Nora, Santa Inés y San Benito, entre otros, sin olvidar que la sociedad original, y uno de los que propició al máximo su llegad, también la integraba el desaparecido Haras Las Raíces, del siempre presente Federico Caracoche.
Tan espectacular como cuando había debutado ganando hace algunas semanas, Roshita apabulló a sus rivales sin necesidad de extremarse a fondo. En el fondo del breve lote de 4 participantes durante un buen rato, buscó el centro de la cancha en el derecho y paulatinamente fue dando cuenta de la puntera Sarzana Pass (Distinctiv Passion), desprendiéndose de los 200 metros al disco hasta sacarle 6 cuerpos de ventaja.
Para la heroína del Carlos Casares, Roshita y los 1200 metros fueron un escollo insalvable, y, seguramente, de aquí en adelante la recta sea el ámbito donde se moverá y dará que hablar.
A otros 8, Flor de Laurel (Il Campione) fue tercera, con La Force (Emmanuel) cerrando la marcha a 16 más. La ganadora empleó una excelente marca de 1m10s91/100.
Roshita es la primera cría de Rosheen (Easing Along), sin campaña de pistas pero hermana de los clásicos Ramblera (Easing Along) y Raons (Lizard Island), e hija de Rolling Tina (Yankee Victor), que se impuso en 7 ocasiones durante su campaña con la chaquetilla del Arroyo de Luna.
Fue excelente la impresión que dejó Roshita, y ahora afrontará el reto de dar el salto hasta los 1500 metros para asumir un rol protagónico cuando el 1 de mayo se corra el Gran Premio Jorge de Atucha (G1). Juan C. Etchechoury (h.), su entrenador, tiene 2 meses para tenderla y trabajar en su ímpetu, a sabiendas de que el talento lo tiene en la mano...
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