En el camino hacia el Gran Premio Ciudad de Buenos Aires (G3), la hija de Safety Check reúne antecedentes sólidos en Palermo
Llegó el lunes, ya con casi todos los chicos en clase, y tras un fin de semana con turnos jerárquicos menores de por medio, el Hipódromo Argentino de Palermo enfrenta una nueva reunión con el Clásico Irlanda (G3) de por medio, kilómetro para caballos de 3 años y más edad que forma parte de la ruta hacia el Gran Premio Ciudad de Buenos Aires (G1), el primer gran cruce para la especialidad que se resolverá el 1 de mayo, como desde hace ya muchos años.
Inexplicablemente, las autoridades porteñas lo ubicaron en el segundo orden del programa, a las 15 horas, como para que casi nadie tenga la posibilidad de disfrutarlo en vivo, ya que, por supuesto, es un día laborable y las tribunas suelen empezar a tomar color alrededor de las 17...
Podría haberse entendido la elección con 4 ó 5 ejemplares confirmados, pero cuando se advierte que a las 18:30 (en horario central) se correrá el Premio Che Patrón Key, también sobre 1000 metros, pero para 5 años y más con 2 triunfos, contando con los mismos 7 participantes que el turno central, cualquier hipótesis da por tierra.
Y mucho menos se tolera la decisión dentro de una jornada de bajísimo nivel técnico, donde el Irlanda es el único bálsamo ante la mediocridad reinante, esa a la que desgraciadamente el turf nacional se acostumbró con el abuso de las categorías alternativas y viendo caballos de 7, 8 ó 9 años en los programas como moneda corriendo, y no precisamente de los más talentosos.
En fin, al margen de estas cuestiones ya habituales en la hípica local, la división de los sprinters se reagrupa tras los retiros de Arellano (Angiolo) y Ansia Clara (Angiolo), dos de los referentes que tuvo en 2024, y mientras Labrado (Le Blues) descansa para retomar acción, son muchos los que intentan subir peldaños aspirando a los trofeos más fuertes.
Haciendo méritos sobrados en este nivel, Vida Amorosa intentará darle la razón a los que sostienen que las yeguas son más veloces que los machos cuando se enfrentan, largando desde la puerta más abierta, un lugar por el que suele lucirse.
La hija de Safety Check viene de ceder dos veces ante la agrandada -y aquí ausente- Lagoa Azul (Lenovo), pero sin poder mostrarse adelante ante la velocidad de su rival. La alazana es doblemente peligrosa cuando consigue sacar ventajas al frente, y, con la suelta que le tocó en suerte, aquí parece que se dará ese cuadro.
Con Francisco Leandro en sus riendas, Lone Ranger (Le Blues) intentará confirmar todo lo bueno que se le vio hace poco más de 3 semanas cuando se quedó de un extremo al otro con el Clásico Jerry Honor, como outsider en las apuestas. Su campaña no encuentra otros puntos salientes en lo jerárquico anteriores, y es allí donde pierde en la previa ante Vida Amorosa, mucho más firme en sus rendimientos.
Desde el 1 arrancará A La Vista (Angiolo), la otra hembra del lote y que por su condición de 3 años irá bastante más liviana que el resto, circunstancia de la que puede sacar provecho. Parejita al máximo en su campaña, ya cayó ante la candidata cuando la escoltó la tarde del Clásico Lotería de la Ciudad de Buenos Aires ( G3) -a solo medio cuerpo- y en el General Francisco B. Bosch (G3), quedando quinta con Vida Amorosa segunda.
Yukon Jack (Glory Seattle)viene de ganar en La Plata el Clásico Platería, sobre 1100 metros y vuelve al derecho buscando mayores opciones importantes, mientras que New Jamalero (Lenovo) retorna a la cancha donde siempre se mostró en buen nivel tras una buena actuación en el Unzué (G1), cuando llegó décimo, pero a poco más de 5 cuerpos de Arellano...
Apuntalado por una victoria en un tiempazo en el Independencia de Rosario, Bingo Song (Alcindor) se juega un tute bravo, mientras que el lote lo completa Mr. Boombastic (Lucky Island), también potrillo y que en su muestra más cercana fue tercero de Contra Pronóstico (Daddy Long Legs).
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